Los genios son sin duda una incógnita. ¿Cómo se pudo escribir tal obra maravillosa?, ¿Cómo se pudo descubrir tal secreto del Universo?, ¿Cómo se pudo inventar tal máquina?, ¿Cómo alguien pudo amar tanto?. Es complejo pero sencillo a la vez, a través de la Fe.
Tomemos el caso de Marie Curie, polaca de origen, que además como todos los polacos
sufrió muchas ocupaciones de su amado país. Desde niña se formó en el juego con sus hermanos y amigos;
y en la observación de las maravillas de la ciencia a través de la naturaleza. Privilegiada en su inteligencia por Gracia de Dios. Pero más dotada de una gran humildad.
Comenzó sus estudios universitarios en Polonia. El periplo de su Vida la llevó hasta Francia donde concluyó sus estudios en Química y Física, dicho país es cuna de grandes Pensadores, Científicos y Santos; y un país bendecido desde siempre de una gran Fe en la Virgen María.
Para las mujeres la Virgen ha sido desde siempre una Persona muy importante. Por Su Valentía y Su entrega Total al Plan de Dios.
Valentía, mucha valentía tubo que tener la joven Marie para superar la discriminación hacia la mujer en esa época, y muchas veces hasta ahora.
Marie, nuestra heroína, se casó con un joven Pierre Curie. Los dos compartían la pasión por la ciencia y se centraron en la investigación de ciertas sustancia misteriosas que irradiaban lo que ellos creían era una energía muy extraña, lo que conocemos como radiación atómica. Lograron aislar el elemento Radio y el Polonio.
Pierre pierde la vida en un fatídico accidente de tránsito y ella sigue por su cuenta sus investigaciones. La guerra del 14, la primera Guerra Mundial, interrumpe sus trabajos y decide junto a una de sus hijas marchar al frente de batalla. En un carromato instala un aparato para realizar radiografías a los soldados con traumas óseos. Esto le valió una gran exposición a los Rayos X y que Francia la considere una Verdadera Heroína, amada casi al nivel de
Santa Juana D´Arc.
¡Que es mucho!.
Ganadora del Premio Nobel dos veces, la primera mujer en recibir dicho galardón, le ganó una gran fama, pero este contratiempo no buscado, no melló ni su Fe, ni su humildad polaca.
Rindo tributo a través de estas líneas a aquellas personas, que son muchas, que buscan cambiar el mundo; primero su mundo interior y luego todo el Universo.
Chekz
Autor: Josze Karusso
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