Hermanos soy el Emperador de Nipón. Quiero que sepan que los amo y que necesito que entiendan que Nipón los ama, a todos los seres humanos y a toda la Creación. Quiero que puedan desarrollarse en sus emprendimientos y que sean felices.
El comienzo de Nipón es muy antiguo, provenimos del continente asiático pero no somos chinos. Los chinos son nuestros hermanos. Hace muchos miles de años los asiáticos emigramos a América. La ciencia todavía tiene que corroborarlo, pero es cierto. Los peruanos y bolivianos son nuestros hermanos más directos en América. La leyenda del Rey Sol es cierta y debemos orar todos para que el Plan de Dios se realice.
Buda, que es Dios mismo para los asiáticos, nos dejó muchos valores como ser la familia, la fe, la esperanza, el trabajo, la creatividad y la paciencia.
El budismo es totalmente compatible con el cristianismo. De hecho Buda es Jesús mismo que apareció en Asia para darnos la fe verdadera en Dios.
El verdadero Milagro Nipón no es la prosperidad económica como muchos piensan. El Milagro Nipón es la alegría de vivir en armonía con uno mismo, con los hermanos y con la naturaleza.
Este también es un mensaje para los jóvenes nipones y en general para todos los asiáticos. Salgan a explorar el mundo, a casarse con el amor de sus vidas, no importa si no son asiáticos. Para encontrar su verdadero amor hablen en oración con Buda, Él los va a guiar.
Les cuento algo del corazón. El tema musical que acompaña este texto es muy bonito y habla de una hija mía muy querida, Shima Uta. Busquen la historia que es muy bonita. Mi niña se sacrificó por Nipón y gracias a su sacrificio nuestro país fue santificado.
Me despido y agradezco a mi hijo y coautor de estas líneas por su valentía y por su amor por Nipón.
Autores: Emperador de Nipón y Josze Karusso.
コメント